Siempre me han gustado los tríos, dentro del jazz, durante muchos años el formato de trío incluía un piano, un contrabajo y una batería. Tenemos una gran cantidad de tríos que nos han ofrecido horas y horas de buen jazz, pero algunos “atrevidos” fueron saltándose las “normas” y sustituían el piano (solista) por saxofón, trompeta, guitarra, instrumentos que pasaban a liderar el trío. También el contrabajo se veía substituido por tubas, o instrumentos de otras culturas que podían hacer el trabajo del bajo con otras texturas muy interesantes. El trío que nos ocupa, se basa sólo en vientos, el ritmo no les preocupa en absoluto, pueden crearlo si lo necesitan pudiendo prescindir de la sección rítmica estándar. Étienne Lecomte a la flauta, Alain Angeli al saxo alto y Laurent Guitton a la tuba nos ofrecen trece composiciones del primero, que son trece pequeñas escenas que tienen en común la libertad, o mejor la ausencia de patrones, y carecen de fronteras estilísticas. Hay guiños al pop, en esa Liverpool que casi sin querer acaba consiguiendo un estribillo a tararear (muy bonita) Contacto con el jazz, el gran Ornette suele estar presente en los trabajos de riesgo, y el saxo de Alain Angeli sabe acercarse a la libertad de Coleman con el respeto que merece. La flauta de Lecomte, en esa maravillosa Africa, rebusca con insistencia entre las músicas tribales. En La Marche des Chameaux, no han podido evitar marcar un ritmo, el de la misma marcha, aquí en el momento en que flauta y saxo trabajan juntos y la tuba mantiene el paso, puedes imaginarte el grupo de beduinos, pero antes de que te relajes, flauta y saxo ya han comenzado a volar libres, un tema muy recomendable. O esa salsa bailable, Salsa des VK ¡Dios ¡ no tienen fronteras, quieren hacernos bailar con una tuba. Otros temas tan sugerentes como The wake, Crossroads V, Yim & Yang, nos invitan a recorrer músicas de otras culturas o al menos a pellizcar aquello que les interesa de diferentes manantiales. Se dejan caer por Ribadeo (me imagino la escena al atardecer esperando que lleguen los barcos cargados de tesoros gastronómicos) e incluso cierran con una especia de jazz fúnebre titulada Choral. Si te gusta e interesa, estas abriendo las puertas a una discográfica, Label Manivelle, que lleva diez años apostando por divulgar las composiciones de Etienne Lecomte, agitador que sabe rodearse de músicos franceses y también españoles, entre muchos proyectos cabe destacar su Vrak’ Trío dónde milita Oriol Roca a la batería, otro músico inquieto dónde los haya y The ballad of the fallen (clara referencia a The Liberation Music Orchestra) dónde además de Roca está el saxo de  Miguel Fernández. Lo dicho, jóvenes creadores de músicas sin etiquetas, que tienen la suerte de haber crecido escuchando agitadores como Louis Sclavis, Portal u otros sopladores de su misma generación ya consolidados, como el saxofonista Vincent Peirani. Suerte que tienen los galos, y los que se acercan a ellos.  (Candido Querol) http://www.b-ritmos.com/novedad/funambule-trio

On avait croisé Etienne Lecomte avec Vrak’trio, un groupe au sein duquel il œuvre entre jazz, musique improvisée et musique contemporaine en compagnie du batteur barcelonais Oriol Roca et du tubiste toulousain Laurent Guitton. Il remet ça avec Funambule trio, une formation composée du même Laurent Guitton et du saxophoniste, toulousain lui aussi, Alain Angeli. Il s’agit donc d’un trio de souffleurs sis dans le Sud-Ouest puisque Etienne Lecomte est lui-même très actif sur les scènes montpelliéraine et audoise.

Funambule car ils revendiquent une musique « aérienne, suspendue et énergique ». Pourtant, on reste franchement sceptique quant à ces qualificatifs, en particulier le dernier, et on envisage plus une esthétique austère, à l’image de ce que propose le Vrak’trio. On est dans un registre contemplatif et on n’éprouve nulle envie de s’agiter sur ces notes qui nécessitent au contraire une écoute attentive. Tant mieux d’ailleurs puisqu’il n’y a pas l’once d’une velléité showbiztique.

Les émotions véhiculées ici sont fortes. Elles sont faites de mélancolie et relèvent d’une sereine prise de tête. « Ornette » fait l’objet d’un très réussi chorus de sax d’Alain Angeli, tout comme celui que prend Etienne Lecomte à la flûte sur l’orientalisante « Marche des chameaux » ou ceux de Laurent Guitton sur « Salsa des Vk » et « Ribadeo ». Car une des caractéristiques de la formation est qu’aucun des instruments n’est assigné à une place. Alors, certes, le tuba tient de fait très régulièrement la ligne de basse mais ses walking bass constituent de très beaux développements chargés en émotions. L’album se termine avec « Choral », une belle composition à la fois laconique et stricte.

(Gilles Gaujarengues) - http://www.citizenjazz.com/Funambule-trio.html

Disque ''La fonction de la Terre'': Label Manivelle : un joli nom pour évoquer de la musique où la main et le corps jouent un rôle essentiel. C’est bien un travail d’habiles artisans que nous propose le Funambule Tio. Par leurs souffles réunis et sous leurs doigts naissent des mélodies qui se tissent et se détendent pour laisser leur imagination s’envoler au gré des improvisations. Entre le chant aérien de la flûte et l’enracinement terrien du tuba se glissent les volutes mélodiques du saxophone alto. Un bel ensemble à vents aux allures de micro-brass-band, à découvrir !